Crear una empresa puede ser una oportunidad para incorporarse al mercado de trabajo y/o para mejorar las expectativas profesionales y personales a través del desarrollo de una idea.
Crear una empresa convierte a sus promotores en Emprendedores, en el sentido de acometer un proyecto que implica trabajo y normalmente presenta dificultades.
Cuando una persona decide poner en marcha una actividad empresarial, en primer lugar debe valorar si reúne las capacidades y habilidades para ser emprendedor/a. Debe autodiagnosticarse para comprobar si reúne el perfil necesario y en su caso detectar las carencias para mejorarlo.
En segundo lugar, para poner en marcha una empresa, es necesario tener una 'buena idea' y convertirla en realidad. El proceso implica necesariamente por una parte, el recorrido a través de una serie de Fases hasta llegar al objetivo final y por otra, la toma de una serie de decisiones (forma jurídica, modalidades de contratación, posibles subvenciones y ayudas a solicitar...) teniendo en cuenta una serie de Factores de decision básicos, evitando en la medida de lo posible, el caer en los los 15 errores más comunes de los emprendedores que cometen los emprendedores/as.
Posteriormente es necesario plasmar la idea en un proyecto que enter otros debe tener en cuenta estos aspectos fundamentales:
Mercado. Antes de abordar un proyecto es necesario realizar un análisis del mercado con objetividad y realismo tratando de responder, entre otras, a las siguientes preguntas:
Forma jurídica. Cómo lo voy a formalizar ¿Cómo autónomo? ¿Como una sociedad? ¿Que implicaciones fiscales tiene?
Problemática administrativa. Otro elemento a tener en cuenta consiste en identificar aspectos administrativos como:
Financiación. Generalmente es el primer obstáculo para comenzar un proyecto empresarial, y por lo tanto constituye un punto vital:
Introducción (1